Platicando Con Papá

Tema: la importancia de comunicarnos diariamente con Dios
Reseña: Si habláramos con nuestro Padre Celestial como hablamos con nuestros padres sucedería lo siguiente:

Personajes:
- HIJA
- PADRE
(El padre permanece sentado descansando. La hija entra y se para frente al padre con las manos cogidas sobre la falda y la cabeza gacha.
PADRE: Hola, cariño…
HIJA: Oh Padre, he venido ante tu presencia…
PADRE: (divertido) ¡y qué tal!
HIJA: (como si fuera una letanía o repetición) OH, Padre, gracias por escucharme. ¿Me concederías una rogativa que pesa sobre mi corazón?
PADRE: (extrañado) ¡Hola…!
HIJA: (ignorando su extrañeza) Sí, Padre, es mi ardiente anhelo que me concedas la ansiada rogativa que encierro en lo profundo de mi corazón…
PADRE: ¿Tú realmente entiendes lo que me estás hablando?
HIJA: No, en verdad no.
PADRE: ¿Por qué entonces no me lo dices en simple español?
HIJA: No puedo decirte así como así que quiero que me regales una bicicleta.
PADRE: Pero ¡claro que puedes!
HIJA: Estaba tratando de decírtelo…
PADRE: Hija, yo sé lo que tú quieres mucho antes que me lo digas.
HIJA: ¿Eso quiere decir que me regalarás la bicicleta?
PADRE: No dije eso.
HIJA: (con aire de sospecha) ¿Eres tú mi papa…?
PADRE: Claro que soy tu padre, mi hijita.
HIJA: ¿No estaré imaginando cosas…?
PADRE: Soy yo, hija.
HIJA: Por favor, padre, sé bueno con mi hermana Tita
PADRE: ¿No estábamos hablando de una bicicleta?
HIJA: Pero es que tengo que seguir mi lista de peticiones…
PADRE: Cariño, ¿por qué mejor no te sientas aquí a mi lado?
HIJA: (se acomoda al lado del padre. Recuesta su cabeza en su pecho y de vez en cuando mira a su rostro y dice) ¡Qué bien me siento!
PADRE: Hija, ¿De veras necesitas una bicicleta?
HIJA: ¡Seguro! Bueno, quiero decir… tal vez…. Creo que puedo esperar hasta el año que viene.
PADRE: Eso pensé.
HIJA: Papi, ¿hay algo que quieras decirme?
PADRE: Sí, ¿Me amas?
HIJA: ¡Claro! Tú sabes que te amo.
PADRE: Yo también te amo, hija mía.
HIJA: ¿Por qué siempre me lo preguntas? Tú sabes que te amo.
PADRE: Sí, pero me agrada escuchar que me lo digas.
HIJA: ¡Te agrada!
PADRE: Cuéntame cómo has pasado el día.
HIJA: Un poco aburrido…
PADRE: Quiero saber todos los detalles.
HIJA: Pero lo pasamos juntos; tú sabes cómo fue.
PADRE: Cariño, quiero escuchar que tú me lo cuentes.
HIJA: Bien. Bueno…Oh sí, fue muy divertido ir a nadar al laguito de la casa de los abuelos, ¿verdad? Yo siempre tengo miedo de los animalitos en las piedras; y el agua es tan fría que parece congelada
PADRE: (sonriendo) Sí, así es.
HIJA: ¿Te fijaste cómo Nino quería ahogar a una pobre ranita? ¡Yo tuve que quitársela!… ¿Crees que fui un poco grosera con él? Yo creo que sí…
PADRE: ¿Le pedirás que te disculpe?
HIJA: Si tú lo quieres…
PADRE: Llévale algún regalito.
HIJA: Sí, lo haré.
PADRE: Muy bien.
HIJA: ¿De veras no necesito leerte mi lista?
PADRE: ¿Quién de los mencionados en tu lista te preocupa más?
HIJA: Nino, porque lo hice sentir mal.
PADRE: Dale un gran abrazo, cuando llegue.
HIJA: Gracias, sabía que me ayudarías…

(Termina el drama extinguiéndose el sonido de la conversación)
Podrías usar alguna música adecuada al final drama.

 

 

Hoy habia 4 visitantes¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis