NACIMOS PARA REINAR NO PARA SER ESCLAVOS

2ª Reyes capítulo 24:8-13

El rey Joaquín nació en un palacio, se crió en la familia real, la que tenía acceso a los mayores conocimientos de la época. Los hijos del rey se criaban con los mejores maestros, comían los más deliciosos manjares, tenían las mejores casas, aprendían el arte de gobernar, ciencia y cultura.

 

No solo tenía privilegios, el reinado implicaba responsabilidades.  El debía ejercer el poder y la autoridad que le había sido dado para beneficiar a su pueblo, él tenía el deber de administrar bien el estado para que su gente pudiera vivir bien. Pero Joaquín hizo lo malo delante de los ojos de Dios y dice la Biblia que vino el rey Nabucodonosor de Babilonia y rodeó la ciudad de Jerusalén y levantó baluartes contra la ciudad.  Joaquín solamente se dio el gusto de comer tres meses en su palacio.

 

Cuando Joaquín fue nombrado rey, seguramente muchas personas vinieron a hacerle honores y se dispusieron cocineros, coperos, mucamas para que lo atendieran, para que le tiendan la cama, le lleven el café, le alcancen el diario. ¡Había nacido para ser rey! Pero pronto perdió ese privilegio y esa responsabilidad

Como tú y yo, Joaquín nació para vivir en libertad y no en esclavitud, en autoridad y no bajo autoridad.  Nació para vivir en palacio y comer los manjares de la realeza y para obrar con justicia y verdad, para decidir con sabiduría y para vivir con humildad.  ¡Para eso has nacido! Hemos nacido para vivir en el palacio del rey y comer de su comida, hemos nacido para tener los mejores conocimientos y las mejores relaciones para ser de bendición y no solo para bendecirnos a nosotros mismos o disfrutar egoístamente de nuestro lugar de privilegio

 

Hemos leído una triste historia pero es la historia de muchas personas  Dios no ha creado a nadie para que sea fracasado, para que viva en maldición, en temores, en enfermedades y bajo el yugo del pecado. ¡Dios nos ha creado a su imagen y semejanza!   El rey Joaquín nació para ser rey, para vivir bien e influir bien , pero terminó viviendo mal e influyendo mal

 

El plan de Dios es que tu seas un vivo ejemplo del poder, de la gracia, de la hermosura, de la benignidad, de la misericordia del Dios que creó los cielos y la tierra. ¡Tú has nacido en esta tierra para ser gloria de Dios! ¡Tu has nacido para ser luz de las naciones! ¡Dios no ha creado a nadie para desecho!

 

Tu tienes que levantarte como rey de Dios, como una persona con autoridad y con soberanía sobre todos los poderes del infierno! Tienes que usar la palabra de Dios con fe y con autoridad y cuando le hables a alguien, lo hagas con la certeza de que Dios te está respaldando, que la palabra que estás usando va a deshacer la roca porque la palabra de Dios es como martillo que deshace la roca.  ¡Siembra con fe!  Da la palabra porque ella es la espada del espíritu. ¡Dios ha puesto palabras creativas en tu boca! ¡Dios ha puesto palabras de poder en tu boca!

No caigas prisionero ni pierdas tu dignidad a causa de caminar fuera del consejo de Dios.  No cambien tu  reino ni tu libertad por una prisión.  Estás para influir bien sobre  otras personas y no para que muchos sean arrastrados por tu necedad.   “Porque a libertad habéis sido llamados”      

 

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