Como ministrar correctamente a un endemoniado.

 

A manera de introducción.

Este documento es específicamente para armar al cuerpo de Cristo (el cual es su iglesia), y para señalar algunos errores que cometemos al no estar correctamente informados y enseñados, en lo que se refiere al tema de echar fuera demonios. Creo, (y las escrituras así lo dicen), que todos los que han creído en Cristo, han sido sellados con el poder del Espíritu santo, y la misma divinidad, poder y potencia de Dios, que habito en nuestro Señor habita en nuestro ser esperando ser usado para contrarrestar y detener el avance del reino de las tinieblas.

Una de las formas mas generales y sutiles en las que el reino de las tinieblas entra en contacto con el mundo físico, para desarrollar sus planes es a través de las posesiones de demonios en las personas, y es por eso que debemos estar preparados en el conocimiento, en la oración y sobre todo en la comunión con el Espíritu Santo para poder avanzar y arrebatarle las almas que están oprimidas por Satanás.

 

Si yo fuera tú...

Una cosa de la que debemos de estar concientes antes de siquiera atrevernos a declararle la guerra al reino de las tinieblas es que a partir de ese momento estas abriendo una guerra declarada contra Satanás, y desde ese momento te vuelves su peor enemigo, rompes alianzas con el y te declaras un guerrero de la luz. Todos somos guerreros, pero quiero que entiendas que no puedes ser un guerrero sin ir a la batalla, y tampoco puedes ser un guerrero sin decidir a que bando pertenecerás, Jesús dijo que nadie puede tener dos Señores por que ama a uno y aborrece al otro (Luc. 16:3), así  mismo no puedes ser un doble agente del mundo espiritual, sirviendo al reino de las tinieblas y dos días después tratando de servir al reino de la luz, recuerda que nunca los agentes dobles cuando fueron descubiertos tuvieron un buen final.

 

Descubriendo el obrar de Satanás.

Una de las primeras cosas que debemos de entender cuando vamos a ministrar a un endemoniado es que no todo lo que a nosotros nos parece posesión lo es, por lo tanto debemos de tener cuidado y aprender a discernir los espíritus que están obrando en esa persona. Estando en una iglesia en EE.UU. sucedió algo que me dejo muy pensativo: llego una persona que había estado apartada de Dios durante cierto tiempo y cuando volvió a la iglesia venia con serios problemas espirituales, pero aun así decidió quedarse y disfrutar de la ministración de esa mañana, a mitad del servicio esta persona empezó a gritar y a temblar hasta el punto que cayo al piso temblando y llorando, lógicamente cuando los ujieres vieron esto le levantaron y le llevaron junto con dos de los pastores de la iglesia a un lugar llamado “Sala de cuidados intensivos”, que es donde se ora, entre otras cosas, por la liberación de demonios, allí se tratan los casos mas “graves” para evitar que la iglesia entre en un estado de expectación y curiosidad. Cuando llevaban esta persona a ese lugar muchos (y yo estaba entre ellos), creían que era un endemoniado mas al cual Dios liberaría ese día; pero al ver que no regresaban con el “endemoniado” la gente empezó a llenarse de curiosidad por lo que el pastor general mando un grupo de lideres a ver que era lo que pasaba, tampoco regresaron, quizás a esta altura creerás que todos estaban haciendo guerra espiritual para liberar a esta persona (eso es lo que yo creí), al final del servicio fui con otras personas a ese lugar y cual no seria la sorpresa al ver a quien todos creían endemoniado, ministrando poderosamente el bautismo del Espíritu Santo a los ujieres y las personas que se acercaban. Lo que todos creían un caso de posesión demoníaca era nada más y nada menos que una persona siendo bautizada con el fuego y el poder de Dios de una forma muy particular.

 

Identificando una persona endemoniada.

Todas las posesiones de demonios generalmente pueden manifestarse cuando hay un ambiente que represente peligro para su obrar, por lo tanto podríamos decir que se pueden manifestar cuando:

·        Hay alabanza que implique guerra espiritual.

·        Mnistracion por imposición de manos.

·        Por predicación de la palabra.

·        Por Ministración directa del Espíritu Santo con la persona afectada.

Generalmente estas situaciones provocan reacciones en las personas que sufren de posesiones de cualquier tipo. ¿Cuales son las reacciones más generales que se presentan en un endemoniado?

·        Ojos rojos o vidriosos

·        Gritos guturales (ahogados) (Luc. 8:28)

·        Convulsiones (Mar. 9:20)

·        Violencia corporal (Mar. 1:26 )

·        Cambio de voz (Mar. 5:9)

·        Fuerza anormal (Mar. 5:3-4)

·        Temor a ser ministrado/a (Mar. 5:6-7)

·        Incomodidad al estar donde la unción esta.

·        Caer al suelo como muerto (en esta ultima debemos de tener mucho cuidado ya que el diablo es un engañador y un imitador del proceder del Espíritu Santo)

 

Cabe aclarar que este no es un formato de comportamientos que se dan en una persona posesionada, por lo tanto debemos pedirle a Dios que es quien pesa todos los espíritus; que nos de la iluminación necesaria para poder discernir entre lo que es y lo que no es.

 

Provocándole un infarto a Satanás.

Una vez que se haya identificado una persona con una posesión de demonios dentro de la congregación, se debe actuar con cautela para no herir la sensibilidad de algunas personas y procurar llevar a dicha persona a un lugar aparte para ser ministrado/a de forma mas especifica, se debe procurar que las personas que acompañen a ministrar no sean mas de 3 para evitar aglomeraciones innecesarias, y que crean y ejerzan la autoridad que se nos ha sido dada por nuestro Señor.(Aclaro que lo que liberta a las personas no son tus gritos, sino la unción y la presencia del que va contigo, Hechos 19:15).

 

Consejos al momento de ministrar.

·        Decidir quien es el que ordenara. No todas las personas pueden darse el lujo de estar ordenándole al demonio, es una realidad que el demonio tiene que obedecer; pero si muchos le ordenan no sabrá a quien obedecerle y si esto se da se corre el peligro que el demonio lastime a la persona, lo mas recomendable es que las demás personas estén haciendo guerra espiritual o afirmando lo que la otra persona (quien esta ordenando), esta diciendo.

·        Ordenar al espíritu es que omita toda violencia (escándalo) y que obedezca (Luc. 4:35). Para evitar que lastime a la persona que tiene dominada, y poder ministrar con menor esfuerzo.

·        Ordenar que diga como se llama (Mar. 5:9). De esta forma sabes hacia donde vas a dirigir la guerra espiritual (Ningún soldado tira balas al aire, sino que se fija una meta y objetivo). Recuerda que cuando identificas algo por su nombre es mas fácil descubrir por donde entro, no es suficiente liberar a la persona sino que es necesario saber cual fue la puerta por la que el demonio entro para cerrarla.

·        Ordenarle que sea atado. Pueda ser que la persona sea liberada pero si no se ata al demonio, este sale libre para posesionarse de otra persona. Recuerda que lo que ates en la tierra será atado en los cielos. (Mat. 18:18)

 

 

·        Reprenderlo. Reprender significa: castigar o atormentar sobre quien se tiene autoridad. Nosotros tenemos la autoridad para reprender a los demonios, Jesús dijo:”Toda potestad me es dada en los cielos y en la tierra; por tanto ID”.

·        Ordenarle que salga. Es muy importante ordenarle al demonio que salga, pero no solo eso, sino que también se le debe especificar donde debe ir (al abismo o infierno), de lo contrario saldrá a los aires esperando encontrar una próxima persona de quien posesionarse.

·        Auxiliar a la persona. Una vez libre la persona, generalmente queda desorientada, confundida y débil por lo tanto es necesario que se le brinde ayuda mientras la persona se recupera.

 

Lo que ya casi se me olvidaba.

Es muy importante recordar que para echar fuera demonios, no es necesario pasar un curso o tener diplomas, sino creer en la autoridad que el Señor nos ha dado, recuerda que la autoridad que nos acompaña es la que da testimonio de El. Muchas veces se nos olvida que no debemos temer a Satanás, y tememos por lo que este ha de hacernos. Debemos de sacar fuera los demonios y no temer pues es el diablo quien debería de temernos a nosotros, nuestra presencia en algún lugar debería de atormentarlo a el. Los demonios no salen por repetir o mencionar el nombre de Jesús como si se tratase de alguna formula mágica, sino por que le s ordenamos en representación de Jesús. Esto quiere decir en su nombre, estamos constituidos como delegados o embajadores de Jesucristo para hacer milagros y prodigios en su nombre, no es con su nombre, sino, en Su nombre.

 

 

Joel González
 Pastor.

 

 

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