PRINCIPIOS BASICOS PARA EL LIDERAZGO.
 

Estos principios no están listados en algún orden particular- todos ellos son importantes y BIBLICOS.
Son ofrecidos en primer lugar al pastor, ya que es el quien dispondrá de su estudio y/o divulgación.

 

Es imperante que como lideres de la Iglesia evangélica Apóstoles y Profetas “Árbol de Vida”, descansemos
en el poder sobrenatural del Espíritu Santo en nuestros ministerios.  Cuando nosotros confiamos realmente en Él,
toda la gloria y el honor son para Dios.


ADVERTENCIA


Este material esta escrito para liderazgo de alto nivel, hombres y mujeres que desean servir como lideres y entregar el todo por el todo por ver el Evangelio expandirse en nuestra ciudad y dispuestos a acompañar a nuestro pastor en la dirección que Dios le ha dado, este material no es apto para cardiacos.


PRINCIPIO N° 1

EL SIERVO DE DIOS NO DEBE AFANARSE (2da Tim. 2:25)


Si creemos que estamos construyendo nuestro propio reino, continuamente nos encontraremos con un intenso y pesado y desalentador trabajo, pero si tu puedes descansar, confiar en el poder sobrenatural del Espíritu Santo con todos sus dones y Su gloria, entonces te encontraras con que tu ministerio es encantador. Te podrás cansar con el trabajo pero nunca del trabajo.


Cuando reconocemos que Dios esta a cargo y que Jesucristo esta construyendo SU propia iglesia (Aun sin nuestra ayuda si es preciso),
puedes descansar, no competir, no empujar, no preocuparte. Algunas veces llegara a ser obvio por la falta de frutos que Dios no esta en algunos proyectos particulares.


PRINCIPIO N° 2
EL MAS GRANDE EN EL REINO DEBE APRENDER A SER EL SIERVO DE TODOS (Mat 18:2-4, Lucas 9:22, Marcos 9)


El camino para subir dentro del reino de Dios es bajando. Si tú quieres ser grande en la iglesia de Dios primero debes aprender a humillarte delante de Él. El camino de Dios es exactamente el contrario al camino del mundo.


Dios encarnado, el creador del universo, el Dios omnipotente, se ciño una toalla (Juan 13), se arrodillo, e hizo el trabajo de un esclavo al lavar los pies de sus discípulos. ¿Somos acaso nosotros más grandes que nuestro maestro?


El ministerio significa servicio. Ser líder de la iglesia “Árbol de Vida” significa que debemos abrir nuestros ojos y ver que necesidades
hay y suplirlas, considerando que ninguna tarea es baja o común. Si se necesita hacer, se hace, no lleves a otros a hacerla.


Un líder de la Iglesia “Árbol de Vida” es aquel que esta dispuesto a MOJAR LA CAMISETA literalmente. Hay un principio de grandeza en el servicio y cuando entendemos esto nos damos cuenta que el liderazgo no se gana por el carisma sino por el trabajo, si hay basura recógela, si hay un foco fundido,  cambiémoslo, si la clase dominical necesita ayuda, carga un niño. Precisamente eso es lo que significa ser líder, SERVIR.


Los campos están listos para la cosecha, pero los obreros son pocos. Los que se auto mencionan lideres y quieren prestigio y reconocimiento son muchos; pero los que trabajan, los obreros, siervos verdaderos y de corazón humilde y leal son pocos. Es por eso que Jesús dijo que pidiéramos al Padre que enviara más obreros a Su mies.
 

PRINCIPIO N° 3
SE SUMISO Y FIEL (Tito 3)

Los hombres que Dios levanto para ayudar a Moisés le dieron la mejor ayuda cuando estuvieron a su lado y le detuvieron los brazos. Esta es nuestra responsabilidad con aquellos que Dios ha puesto sobre nosotros. Debemos pensar que como lideres de esta iglesia, mi trabajo es facilitar su tarea, hacer su trabajo más ligero, sostener sus brazos y ayudar al pastor en cualquier forma que él lo necesite.

Mi trabajo como lidera de la Iglesia “Árbol de Vida” es orar por mi pastor DIARIAMENTE, animarle si es posible, informarle de todo para que sepa que es lo que esta pasando, de manera que no se sorprenda por nada, darle datos y opiniones, ayudarle. Dios ha establecido a alguien sobre nosotros. Sométete a él, amale, ora por él, ayúdale, sobre todo se SIEMPRE FIEL. Nunca traiciones a aquellos con quienes ministras.
Nunca hables mal o critiques en público, NUNCA CHISMEES.

 

Nunca causes contienda o división, ayuda, alienta y sométete a tu pastor, si eres un líder de esta iglesia estas llamado para aligerar las cargas y no ser una de ellas. No busques ser una estrella. Sirve a Dios sirviendo al hombre bajo quien Dios te ha puesto.
 

PRINCIPIO N° 4
ALIMENTAR NO ES GOLPEAR A LAS OVEJAS (Juan 21:15-19)

A Moisés no se le permitió entrar a la tierra prometida por que mal represento a Dios, dio a su pueblo la impresión de que Dios estaba enojado con ellos cuando no lo estaba.
 

Debemos ser muy cuidadosos de no desvirtuar la imagen de Dios, hay que alimentar al pueblo de Dios. Enseñarles Su palabra, hablarles de la verdad en amor, compartir la verdad pura de Su Palabra con amor.
 

PRINCIPIO N° 5
ADORAR ES VITAL SI ERES UN LIDER (Efesios 5:18-19)

Adorar  no es solo un calentamiento para el sermón, es realmente entrar a la presencia de Dios y a sus atrios con alabanza. Jesús dijo que el Padre esta buscando aquellos que le adoren en espíritu y en verdad.



PRINCIPIO N° 6

NO TE OLVIDES DE LA ORACION (1 Samuel 12:23, Mat 6)


Jesús hablo de la necesidad de orar siempre y no desmayar, Samuel dijo que seria pecado contra Dios dejar de orar por la gente, Pablo oro fervientemente por los Filipenses. Como lideres de esta iglesia necesitamos entender la necesidad de la oración en la vida del líder para poder ver el propósito de Dios cumplido.
 

La oración es la fuerza vital del ministerio. LA IGLESIA SE MUEVE Y AVANZA SOBRE SUS RODILLAS. Cada ministerio exitoso ha tenido tras él, guerreros dedicados a la oración.


PRINCIPIO N° 7
DIOS ESTA MÁS INTERESADO EN EL MINISTRO QUE EN EL MINISTERIO

La rozan por la cual Dios te puso en esta iglesia y en este liderazgo es por que te ama. Él realmente no necesita de tu experiencia o habilidad. Es hora que entendamos que Dios podría levantar a las mismas piedras para que predicaran  Su palabra, así que no te creas la ultima Coca-Cola del desierto.

 

No, Dios no nos necesita, pero nos quiere, Él quiere relacionarse con nosotros profunda, personal, íntima y continuamente. ÉL DESEA TU CORAZÓN Y NO SOLO TU SERVICIO.

Pasa tiempo en la oración y en la palabra, no la estudies solo para preparar sermones, sino para conocer a Dios. Conocerle es muchísimo mas importante que servirle. Conocerle es la razón por la cual estamos hoy aquí, es la razón por la cual Jesús murió en la cruz.

CONSEJOS PARA EL LIDERAZGO DE “ÁRBOL DE VIDA”

1.       Ten un corazón de siervo

El centro de cualquier servicio ministerial es el corazón, no te engañes, si el corazón del líder no anda bien, lo demás no funcionara bien por mucho tiempo. Podemos fingir por una temporada, pero quien en realidad somos y lo que hay en nuestros corazones siempre saldrá a la luz.



 

2.       Muere a ti mismo, haz a un lado tu ego y tu
orgullo, estas en el ministerio por lo que puedes dar no por lo que puedes
recibir.

 

a)      Quita de en medio tu ego. 

Dios te ha puesto en este ministerio para servir, amar y ayudar a los demás; no para ser servidos sino para servir. Estamos en el ministerio para ayudar y no ser ayudados, para cuidar y no ser cuidados, estamos en el ministerio para dar y no para recibir.

Olvidemos de “lo que yo merezco”, lo que merecíamos era el infierno….todo lo demás es pura gracias y misericordia de Dios en nuestras vidas.

Confía en Dios, Él suplirá todas tus necesidades y te dará el amor y la aceptación que todos necesitamos. Tu eres amado y apreciados por Él y es lo único que importa.

b)      Se humilde y mantente humilde

En ocasiones se escucha a cristianos orando a Dios por que le de humildad. Dios no contestara esta oración si lo que Él nos ha mandado es que nosotros nos humillemos delante de Él. Humildad es reconocer que sin Dios no somos nada y que no importa nuestra capacidad, carisma o conocimiento; humildad es reconocer mi incapacidad y su poder sin límites.

Humildad es depender de Dios para todo, todo el tiempo.

c)       Canta, sonríe y ama a todos

Todos los líderes de iglesia “Árbol de Vida”, debemos vivir una vida de alabanza, sonreír y servir. Ten siempre una canción en tu corazón. Adora al Señor, amale, alábale todos los días.

Ten siempre una sonrisa en tu cara. Se feliz, se amigable, se educado y considerado.

Sirve a los demás en amor. Con gozo ministra a los que más lo necesitan.

3.       Busca las cosas que se necesitan hacer y hazlas

El pastor no tiene el tiempo de decirte lo que se necesita hacer, así que si eres un líder de esta iglesia, abre tus ojos, mira a tu alrededor y ve lo que se necesita hacer y luego hazlo. ¿Se necesita recoger la basura? ¿Lavar los baños? ¿Arreglar algo? ¿Hay alguien causando problemas serios? ¿Hay alguna necesidad que necesita ser ministrada? ¿Sillas que deben de ser recogidas? ¿Saludar a los nuevos creyentes o recibir a alguna visita?

 

Se supone que el liderazgo estamos precisamente para eso, para aliviar las cargas del pastor. Es impensable que además de consagrarse a Dios en oración, preparar el sermón, y abrir el templo, el pastor también deba ser quien se encargue de poner sillas cuando el culto ya ha empezado o de recibir a una visita o atender una necesidad cuando hay tantos lideres que podríamos aliviar esas cargas y dejar que el pastor se prepare para predicar la palabra de Dios.

Líder de la iglesia “Árbol de Vida”, se creativo, busca las cosas que se necesitan hacer y hazlo sin que te lo digan.

a)      Se creativo y busca más formas como ayudar

Ministrar es servir. Ser líder es dar tu vida por lo demás, es tomar el lugar de un esclavo siendo el siervo de todos.

Abre tus ojos y se creativo, busca la manera en que puedes ayudar a tu pastor y a la congregación.  Sacrifica tu tiempo para barrer o servir. Ensucia tus manos, metete en las trincheras junto con las tropas.

b)      No esperes que el pastor sea tu cuate o tu amiguis

Dios no te ha llamado a ser el cuate del pastor, te llamo a ser su ayudante. Un verdadero pastor ama y se preocupa por el pueblo de Dios. Sencillamente él no puede pasar todo su tiempo sirviendo y cuidando de ti. Tú has sido puesto como líder para aligerar la carga del pastor, no para hacerla mas pesada.

c)       No esperes que el pastor supla todas tus necesidades

Como líder muchas veces debemos dejar a un lado nuestras necesidades para ministrar las necesidades de otros. Si somos lideres no esperemos que el pastor nos atienda y este pendiente de nosotros las 24 horas como si de un bebe recién nacido se tratase. No digo que el pastor no lo haría, solo digo que como lideres estamos puestos para velar también por las necesidades de otros y no solo por las nuestras. De nuevo, el pastor esta ocupado supliendo y velando por las necesidades de todos los miembros de la iglesia, sanando a las ovejas lastimadas. Tu estas en el liderazgo para ayudarle en esto, para tener cuidado de otros no para recibir cuidado, estas allí para ministrar y no para ser ministrado.

4.       En la ausencia del pastor, haz todo como si el estuviera allí.

Cuando el pastor esta afuera, no caigas en la trampa de que ahora TÚ estas a cargo. Tu eres solamente el ayudante y tu llamado es a llevar las cosas tal y como si el estuviera allí.

a)     Sé leal sin condiciones

Si no puedes ser leal a personas como tu pastor y tu esposa, no le puedes ser leal a Dios. En realidad, expresamos nuestra lealtad a Dios por medio de nuestra fidelidad a los demás. Tu pastor necesita a alguien a su lado que lo apoye y defienda, que sea fiel a él y a la visión que Dios le ha dado sin otros motivos. Sé un verdadero amigo. Sé leal, no importa lo que suceda. Apoya al hombre que Dios ha levantado para ser el pastor.

5.       Levanta los brazos del pastor

Mientras Aarón y Hur sostenían los brazos de Moisés, los israelitas prevalecían en la batalla (Ex.17:12). Moisés necesitaba ayuda, sus brazos se cansaban. Los pastores también se cansan, no de la obra de Dios, pero en la obra de Dios y necesitan que alguien los sostenga, los apoye, los asista para aligerar su carga. Este es el ministerio del líder, parado al lado del pastor, amándolo, defendiéndolo,  apoyándolo, orando por él y ayudándole en todo lo que se necesita para cuidar al pueblo de Dios.

Desafortunadamente algunas veces parece que nos colgamos de los brazos del pastor en vez de sostenerlos. Después de un tiempo, el pastor se da cuenta que no cuenta con este tipo de gente y termina haciendo las cosas completamente solo.

a)      Defiende al pastor y al ministerio de toda palabra negativa, chisme, calumnia y cualquier cosa que mine la obra de Dios. Cualquier cosa que impidiera o difamara el ministerio tendrá un efecto negativo dentro de tu comunidad. Por lo tanto defiende el ministerio. Cualquier cosa que oigas, aun lo menos negativo en cuanto al pastor o su ministerio, páralo y corrígelo. El chisme y la calumnia pueden destruir la obra de Dios, y podrían arruinar la reputación de hombres y mujeres de Dios y escucharlo y compartirlo te hace participe.

b)      Mira al pastor con frecuencia durante el culto en caso que necesite algo. Mira al pastor durante el servicio. Aprende a reconocer sus expresiones y los movimientos de sus ojos, para que solo tenga que mirarte y dirija sus ojos en la dirección de la necesidad, así tu podrás investigar lo que se necesita hacer. No dejes que él tenga que bajar de la plataforma para hacerse cargo personalmente del asunto.

c)       La razón por la que estamos en el liderazgo es porque el pastor no puede hacerlo todo el mismo. Hay algunos líderes que nos equivocamos creyendo que fuimos elegidos por nuestro gran genio y llegamos a creer que el ministerio se caerá a pedazos sin nuestra presencia, pero la verdad es que Dios no necesita a ninguno de nosotros. Él escoge usarnos porque es misericordioso y bondadoso sabiendo que esto será de bendición para nosotros. No hay cosa peor que un líder busque llevar la contraria o estancar los planes y la visión del pastor. Como líder de la iglesia “Árbol de Vida”, somos llamados a amar a nuestros pastores, asistirles, apoyarles, ayudarles y aligerar su carga.

d)      No podrás ayudar si no estás allí. Recuerda que cuando tu no estas allí otro tendrá que dejar de hacer lo que hace para cubrir tu ausencia, y si luego todos deciden no estar, solo queda el pastor para llevar toda la carga. Considera a los demás y piensa como les afectara el que tú no estés. El mayor en el reino de Dios pone sus deseos y a si mismo por ultimo. Hay tantas veces en las que el pastor se frustra porque no hay nadie, y todo el peso del ministerio cae sobre él. No podrás ayudar si no estás. Muere a ti mismo y a tus necesidades y deseos, al final el liderazgo es un símbolo de sacrificio, servicio y entrega. Los líderes de esta iglesia debemos caracterizarnos por ponernos de último en vez de siempre querer ser los primeros.

e)      Se de apoyo y de ayuda. Ser de apoyo significa animar y edificar al pastor, bendícele, fortalécelo con tus oraciones y palabras de aliento, se quien le dé palabras de ánimo y si algo no te parece provéele ideas para mejorar, ideas que ayuden. El ser de ayuda significa ser útil en cuanto a los detalles del ministerio, ayuda en áreas que se necesitan ser arregladas y estar al tanto de ellas. Recuerda que es el pastor quien está al frente. Él es atacado fuerte y frecuentemente por el enemigo. Necesita nuestras oraciones, necesita alimentación positiva, necesita ser amado y animado, recordándole siempre que Dios lo está usando y que el fruto vendrá. Él es humano y también puede desanimarse, pero tu apoyo puede ser un gran factor para evitar la desesperación.

f)       Ora a diario por tu pastor y su familia. Sin oración el pastor no podrá tener éxito, con oración el no podrá fracasar. Ora por el pastor y su familia todos los días y ánima todos los demás a que también lo hagan. Ora sin cesar. La oración es la vida del ministerio.  La iglesia marcha sobre sus rodillas. Debemos entender que nuestra función como líderes es orar más y criticar menos.

g)     Se sumiso y leal. Sumisión significa que puedes tomar decisiones y cumplir con sugerencias e instrucciones. También significa que es el pastor quien toma la decisión final. Apoya a tu pastor en los tiempos difíciles como en los buenos. Sométete a la autoridad del pastor, su rango es mayo que el tuyo.

h)     No lleves tus sentimientos en las manos. Está bien, tienes sentimientos, todos los tenemos, pero no seas demasiado sensible. Recuerda que estas en el ministerio para suplir las necesidades de los demás. Permite que el pastor exprese sus frustraciones mas no lo tomes personalmente. Los pastores son humanos como la gente. Tienen humor como todos los demás. Si él se molesta o se frustra y se desquita un poco contigo, déjalo pasar, no te pongas a la defensiva o indispuesto. No lo tomes personalmente, escúchalo, apóyalo, anímalo y ora por él.

6.       Guarda en confidencia los aspectos del ministerio que se te compartan.

La confidencia es vital por muchas razones. La confianza protege los derechos y la dignidad de los demás, lo opuesto, el chisme, destruye a la gente y a los ministerios.

a)      Todo lo que sucede en el ministerio y lo que se nos comparte es confidencial. Desafortunadamente, dentro de la iglesia mucha gente ha sido violentada por que no se ha guardado en confianza su intimidad y después todos saben todo de todos. La única excepción es que el pastor necesita saber todo lo que está sucediendo para poder dirigir bien el ministerio. Compartirlo con el pastor es bíblico y de ayuda, compartirlo con otros es chisme y destruye.

 

b)      Nunca chismees.

El chisme es un pecado del cual la mayoría de nosotros sentimos que no somos culpables, pero en realidad si somos culpables. Chisme se puede definir como Decir cualquier cosa negativa, cierto o no, a cualquier persona, sobre el pastor o el ministerio.

 

Si algo anda mal, llévalo a Dios en oración, no lo digas a nadie en lo absoluto. No repitas nada que en lo más mínimo difame al pastor, su familia o su ministerio, ya que al no hacer esto te difamas a ti mismo como lidera y ministro de Dios.

Recuerda que Dios nos pedirá cuentas de toda palabra hablada por nuestros labios en tiempos de ocio.

Pero, dices tú, “¿Qué hace uno si no está de acuerdo con algo?”  Sencillo, ora en cuanto a ellos y olvídalos. Si eso no funciona, lleva
tus preocupaciones solamente y directamente al pastor y se honesto, si eso no funciona, renuncia y vete de allí en silencio.

7.       Apégate a la sencilla visión de la iglesia y apoyo los proyectos de tu pastor.

Conociendo bien al pastor y siendo un escucha constante de sus ideas y de sus proyectos y deseos para la iglesia, debemos conocer la
visión de la iglesia “Árbol de Vida”. Dios ha levantado esta iglesia con un propósito específico y esta iglesia existe por una razón, así que como líder de esta iglesia debes conocer la visión y proyectos de la iglesia y no salirte de ella.

Como líder ayudando no te compliques la vida, no trates de edificar tu propio imperio. Mantente sencillo.

Y en último lugar, a manera de resumen…

Es imperativo que cada líder de la iglesia “Árbol de Vida” se ensucie las manos, sacrifique su tiempo, recoge la basura, llega temprano, quédate tarde, barre el templo, recoge las sillas, visita los hospitales, ama a los santos, asea los baños, trapea los pisos, recibe a las visitas, sirve al pueblo de Dios con amor y lealtad, camina íntimamente con Jesucristo, amalo, sírvele, haz todo para Él, para honrarle, apoya y incentiva a tu pastor y recuerda que…

Quien no vive para
servir…no sirve para vivir…




 Madurez En Las Emociones

 

Es indudable que las emociones constituyen la parte espiritual más ligada a los sentidos físicos. Son casi el censor de ellos. De la misma manera que el espíritu se une con el alma a través de la voluntad, hay un puente similar entre el alma y el cuerpo a través de los sentidos y las emociones.

(Hebreos 5: 14)= Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

Es decir que la madurez cristiana se alcanza, no llega desde los aires mágicamente. Pero vamos por partes: ¿Cuántos saben qué es lo que significa madurez cristiana?

Cristianamente la madurez tiene que ver con el ejercicio de las emociones y no con la edad y el tiempo que lleva en la iglesia o la posición  que usted tenga.

Su reacción ante determinadas circunstancias, marcan su madurez cristiana, de dominio de usted mismo.

Por eso dice que el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez. Para los que POR EL USO tienen LOS SENTIDOS EJERCITADOS. Es decir que la madurez cristiana, su relación con Dios, depende, va a dar como fruto, que sus sentidos estén ejercitados. La mente se renueva, la voluntad se somete a Dios, y las emociones se ejercitan. La mente se renueva por la palabra, oyendo el Logos de Dios, oyendo a Cristo.

La voluntad se somete a Dios. No existe la oración de: “Señor... cámbiame, renuévame.” Nadie puede pedirle a Dios que haga lo que Él dijo, exactamente, que tenemos que hacer nosotros.

Romanos 12:2 no dice: “Permitidme que os renueve”; dice: Renovaos. Usted no puede pedirle a Dios amor. El amor no se pide, el amor se decide. Usted ama a todos aquellos que ha decidido amar. Por eso es que el amor es una orden. Usted ama a quien decide amar, odia a quien decide odiar y guarda rencor a aquel a quien decidió guardarle rencor. La palabra dice: “¡Amarás a tu prójimo!” No es una sugerencia, es una orden. Entonces, los sentidos se ejercitan. ¿Cómo? En el discernimiento del bien y del mal.

¿Qué quiero decir, que las emociones son malas? No. Para nada. Las emociones son divinas, las puso Dios allí y todo lo que puso el Señor, es bueno en gran manera. Nada más que las puso bajo patrones diferentes a lo que nosotros vivimos.

Vivimos en un mundo que actúa por emociones. Las emociones no son confiables. Nunca se deje guiar por sus emociones. Las emociones están tan ligadas al mundo exterior, que son engañosas. Por eso, cuando la Biblia dice: Engañoso es el corazón del hombre, se está refiriendo al alma; engañosa es el alma. Porque el alma, a través de las emociones, recibe contacto con el mundo exterior.

Pero el alma enseguida dice. El que calla es sabio, dice la Biblia. Aun si es necio el que calla, es sabio. La Biblia dice que el necio es sabio cuando calla.

 Porque hay veces que hay que callar. ¿Sabe por qué? Porque las emociones hieren. Cuando usted reacciona emocionalmente, hiere a alguien. Cuando uno reacciona en las emociones, hiere. Porque hiere el YO, hiere el alma. Porque el alma no sabe mandar, el alma no sabe actuar.

 (Efesios 4: 11)= Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, (12) a fin de perfeccionar a los santos. (¡Un momento! ¿Para qué constituyó Dios a estos cinco ministerios? Para perfeccionar a los santos. La palabra PERFECCIONAR, en la Biblia, no significa “Sin error”, tal como nosotros la usamos; significa MADURAR. Dios ha dado ministerios para madurar a los cristianos. ¿Y cómo se madura? Dejando que la palabra de Dios sea la que en nosotros opere y nos guíe.)

En los cristianos que están creciendo en madurez, hay una característica sobresaliente: son personas que no son heridas fácilmente. Porque cuando una persona es herida fácilmente, que cualquier cosa afecta su vida, (una mirada dura, una palabra tosca, una actitud indiferente), aunque lleven diez años oyendo la palabra, es porque todavía no es un cristiano guiado por la palabra de Dios, sino por sus emociones.

¿Qué otra cosa puede ser una persona a la cual usted le dice algo y enseguida lo afecta? Por eso hay cristianos en conflictos. Tienen problemas en sus hogares, nunca crecen, viven amargados, vienen a la iglesia y la iglesia, al final, se les vuelve una tortura; ¿Sabe por qué? Porque son emocionales. A veces hemos visto que una persona, con una sola palabra, ha afectado más la vida de otra persona que mil quinientos mensajes.

Escuchan la palabra de Dios, viven el poder de Dios, hablan en lenguas, reciben la bendición, salen gloriosos, contentos, en las nubes de lo hermoso que estuvo. Llegan a la esquina y un hermanito de esos que siempre hay lo saluda mal o le da una mirada medio fuerte, o simplemente se encuentra con otro creyente que es peor que él y se le desmorona toda la gloria. ¿Por qué? Porque su vida está recibiendo información emocional y no está recibiendo información espiritual.

Muchos dicen así: ¿Pero qué se cree ese? ¿Quién se cree que es, ese? Mire: yo no sé lo que será ese, pero le sacó de la gloria, de la bendición y, en una de esas, hasta del camino del Señor, ese. Le hizo volver para atrás. Le mandó del décimo piso de su espiritualidad, con una sola mirada, hasta el subsuelo. Cero creyente. ¿Cómo puede ocurrir esto? Simple. No se han dejado perfeccionar, madurar por la palabra.

Dios los ha sacado de lugares horribles, los ha perdonado, los ha puesto sobre la peña, los ha lavado, los ha hecho una nueva criatura, hasta allí todo bien. Pero luego no se dejan influenciar por la palabra y se paran al lado de otro creyente o de una persona que no es creyente y una palabra o una mirada los afecta para el resto de su vida. ¿Por qué? Porque no está viviendo según el Espíritu, sino que están viviendo según las emociones. El gozo y la alabanza brota de sus vidas de acuerdo a como le vayan las cosas.

¿Sabe cuál es un cristiano maduro? Aquel que marca una línea de conducta, pese a las circunstancias de la vida. Aquel que permanece. Que ora a tiempo y fuera de tiempo. Sirve en la alegría y en la angustia. ¿Sabe cómo se madura? Sentaditos, dejándose ministrar por la palabra, no yendo de aquí por allá buscando consejos, oración de otros y que le digan qué es lo que tiene que hacer.

Fíjese Jesús. Todavía no había nacido y ya quisieron abortarlo. Apenas nació, se lo tuvieron que llevar urgente porque si no lo asesinaban. Anduvo dándole de comer a todos los necesitados, sanando a los enfermos y liberando a los oprimidos y lo crucificaron. ¿Por qué él pudo permanecer? ¿Por qué Satanás no pudo encontrar en él ningún punto de doblez? Porque Jesús nunca reaccionó emocionalmente, sino que siempre reaccionó conforme a la palabra de Dios.

Porque las emociones son la fuente de información que Satanás recibe para hacerle, después, un feroz contraataque a su vida. Sus emociones son el terreno donde Satanás tiende sus trampas, a veces mortales. Sus reacciones emocionales, de conflictos, de heridas, de dolor, denotan exteriormente sus áreas de debilidad. ¿Por qué? Y, de acuerdo a cómo usted ha reaccionado. ¿Quiere algo humorístico pero trágico al mismo tiempo? Los demonios llevan una planilla por cada uno de nosotros donde tienen muy bien desglosadas nuestras áreas de debilidades.

Pero a medida que la palabra de Dios va actuando en nosotros y nosotros vamos sujetando nuestras emociones a la palabra de Dios, nos volvemos impredecibles porque ya no reaccionamos según la carne. Porque dice la Biblia que el que es nacido del Espíritu, es como el viento, que nadie sabe de dónde viene y no se sabe para adónde va. Cuando nosotros tenemos el Espíritu de Dios, nosotros no vamos a reaccionar según YO, sino que vamos a reaccionar según ÉL.

Como cristianos, tenemos que entender que vivimos en dos mundos: un mundo físico y un mundo espiritual. Nosotros le llevamos una ventaja al mundo que no tiene a Cristo, porque nosotros podemos vivir en el mundo terrenal y en el mundo espiritual, mientras que el hombre que no conoce a Dios, sólo vive en un mundo terrenal, atado y hasta esclavizado por las emociones.

¿Sabe por qué digo y sostengo que las emociones no son confiables? Porque las emociones son manipuladoras.

Mire; yo no digo que llorar sea algo malo, al contrario, llorar es bueno. Las lágrimas son buenas, por algo están. Son un elemento de escape, sirven. Algo pasa dentro de todo nuestro ser cuando lloramos. Jesús lloró. No sólo es el verso más corto de la Biblia, también es el indicador de que si Él lloró, cualquiera de nosotros puede llorar. Pero está la contrapartida de todo esto y usted lo sabe muy bien: cuando las lágrimas se vuelven un elemento de manipulación. ¿Sabe lo que es la manipulación? Ejercer una acción tendiente a conseguir imponer nuestra voluntad por sobre la de otro.

Hay creyentes monosilábicos a la hora de solucionar un conflicto. “Sí, no, sí, no.” ¿Sabe qué es lo que son estos? Personas que no han sujetado sus emociones al Espíritu Santo. Cuando un cristiano tiene un problema, habla; busca el fondo del problema. Si tiene que levantar la voz y euforizarse en lo que se trate, lo hace, pero no usa nunca a las emociones para manipular a otros.

Muchos quieren manipular a Dios con sus lágrimas y creen que llorando en un altar o delante de otros, le van a tocar el corazón a Dios. No se confunda. A Dios no lo tocan ni sus lágrimas, ni sus lamentos, ni su desesperación. Usted puede estar muriéndose y con su muerte no va a tocar el corazón de Dios. ¿Sabe lo que sí toca el corazón de Dios? Precisamente, un corazón arrepentido y humillado, no una actitud emocional manipuladora. Dios no se mueve por lástima, Dios se mueve por fe.

Mire; hay una historia. Cuando Samuel oraba por Saúl para que Saúl cambiara, para que se transformara, ¿Sabe qué le dijo Dios? – No ores más, porque ya lo deseché. Hermano: cuando las personas persisten en permanecer lejos de Dios, guiadas por sus emociones, por lo que les parece, tomando decisiones sin orar, y después traen toda esa mugre a las iglesias para que alguien se las arregle, algo no anda bien.

No mi hermano. Cualquier iglesia debe tener sus puertas abiertas para los hombres más miserables. Promiscuos, prostitutas, borrachos, drogadictos, lo que sea. Si llegan, allí les van a dar vida, palabra y todo el apoyo que se pueda. Pero la palabra de Dios está pensada para que funcione y opere en aquellos que se quieren someter a ella. Si no, no tiene sentido. Hay que madurar. No ores más porque yo lo deseché.

La gente quiere que uno reaccione ante las circunstancias. ¿Sabe una cosa, hermano? Satanás nunca va a hacer nada en su vida sin que Dios le avise primero. ¿Falló Dios. Entonces? No. Fallamos nosotros. A veces, Dios le manda a alguien para que le advierta de algo, pero como somos tan de ofendernos, por allí reaccionamos emocionalmente y repetimos la historia del pueblo: matamos al profeta. A veces, Dios le habla a usted, pero no necesariamente a través de gente importante. A veces usa a gente muy humilde para que usted también se humille. Pero si en lugar de eso elige ser necio y no oír, ya no va a poder cargarle las culpas a Dios por sus problemas.

Hay un salmo que habla de David, que era un hombre que tenía una revelación tremenda de lo espiritual. Por ser un adorador de primera clase, era un hombre que tenía una revelación del mundo espiritual, increíble. Mire la expresión que usa en este salmo:

(Salmo 103: 1)= Bendice, alma mía, a Jehová, (Quiere decir que se está hablando a él mismo. Es decir que el espíritu le está diciendo al alma, le está predicando.) Y bendiga todo mi ser su santo nombre. (Rema. Es tan Rema que quedó en la Biblia.)

(2) Bendice alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. (Es decir que al alma, hay que estar predicándole todos los días. ¡Eh! ¡Alma! ¡No te olvides de ninguno de los beneficios de Dios, eh? Ahí se levanta el Espíritu a la mañana... ¡A orar! ¡Vamos! ¡A cantar! Todos los días hay que predicarle al alma. Parece que David también había entrado en esa, pero él se predicaba. Mire lo que dice:)

(3) Él es quien perdona todas tus iniquidades, (¿Adónde están sus iniquidades? En el alma. Él mismo se está hablando. Se paró delante del espejo, que ya los había, y se empezó a predicar a sí mismo, a su alma. Y le dice que Dios la perdona, al alma, a su alma, todas sus iniquidades. No las suyas, las del alma. No las iniquidades del espíritu, las del alma. En el espíritu no hay iniquidad. Y le sigue hablando, mire:) El que sana todas tus dolencias; (4) el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; (5) el que sacia de bien tu boca, (Ahí le está hablando, también al cuerpo.) De modo que te rejuvenezcas como el águila.

No importa qué clase de creyente te crees que eres. Importa qué clase de creyente es usted. Igualmente debe hacer razonar su alma. Es más: la debe hacer reaccionar. Debe predicarle a su alma. Debe evangelizar su alma. Hay un pasaje, que está en la segunda carta a los Corintios, que nos arroja luz sobre esto. Si partimos de la base de que en el alma están los razonamientos, vamos a leer este pasaje y vamos a entender algo muy importante.

(2 Corintios 10: 3)= Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; (4) porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, (5) derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, (6) y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.

Acá nos está hablando, el apóstol Pablo, que aunque andamos en la carne no militamos en la carne. Claro; andamos en la carne porque para estar en este mundo tenemos que estar en la carne, no? Pero no militamos, no vivimos según la carne. ¿Cómo vivimos? Vivimos según el Espíritu. Porque las armas de nuestra milicia, no son carnales.

Acá le voy a decir algo: es muy posible que a esto lo escuche por primera vez: Las armas de Satanás no son espirituales, son carnales. Las armas que Satanás usa contra su vida, no son espirituales, son carnales... ¿Sabe por qué? Porque Satanás no puede atacar su espíritu. Satanás puede atacar su alma. Pero para llegar a su alma, primero tiene que entrar por los sentidos.

Satanás, para hacerlo pecar a usted, va a usar las cinco vías de acceso al alma. Tacto, vista, oído, olfato, gusto. Deme cualquier pecado que se le ocurra y le vamos a encontrar el hilo conductor que lleva a algunas de estas cinco avenidas de acceso al alma. Porque Satanás, para afectar su alma, tiene que usar cosas carnales. ¿Cómo lo atacó a Jesús? Si postrado me adorares, reinos de la tierra te daré. Por los ojos. No fue un arma espiritual, fue carnal, a través de la vista, uno de los cinco sentidos.

Haz que estas piedras se convirtieran en pan. ¡Cuarenta días sin comer y que venga uno a hablarle de pan casero, crocante, calentito! ¿Qué le parece? ¿Se da cuenta? Satanás tiene que materializar las cosas para entrar a su vida, porque él no puede entrar a su espíritu, directamente porque él no tiene derecho legal a su espíritu. Ese derecho legal lo tiene el Espíritu Santo.

Él nada tiene en mí porque yo no tengo naturaleza de pecado. Puedo tener hábitos o hasta programas de pecado, pero no tengo naturaleza. Porque dice la Biblia que el que hace pecado no es de Dios. Nosotros podemos tener algunos hábitos de pecado que son esos que estamos evangelizando, pero no tenemos naturaleza de pecado, tenemos la naturaleza de Dios. Somos, ahora, a su imagen en nuestro espíritu.

Entonces, lo que Pablo está diciendo aquí, es que nuestras armas tienen gran ventaja sobre Satanás, porque son espirituales. Yo le voy a decir una cosa: usted no tiene un arma natural o carnal que pueda con Satanás, ni una. Las armas nuestras, para vivir una vida cristiana victoriosa en este mundo, tienen que ser espirituales.

¿Por qué, dice allí? Para destrucción de fortalezas. Y el versículo cuatro le dice que es una fortaleza. Derribar argumentos. Hermano, ¿Usted se cree que cuando nosotros hablamos de las cadenas diabólicas, cadenas satánicas, nos imaginamos a uno con un pijama rojo y cuernos largos? ¡Esa se la vendió Walt Disney! Las armas que Satanás usa en su contra, son argumentos. A eso le llaman fortalezas.

Argumentos, pensamientos, formas de pensar. ¿Cómo fue el ataque de Satanás contra Jesús? Fue una guerra de argumentos. Dime que te diré, dime que te diré, dime que te diré y, cuando no pudo decir más nada, Satanás se fue. No vino con un palo a quererle romper la cabeza a Jesús, no. Satanás trabaja con argumentos. Si postrado me adorares... – No te adoro nada, le dijo Jesús. – Convertí estas piedras en pan. – No sólo de pan vivirá el hombre. – Súbete al templo y tírate de cabeza. – Y que pim y que pam; Y el que tuvo el argumento más fuerte, ese ganó.

Por eso que todas las cosas en la vida cristiana, necesitan de la revelación de la palabra. Esa y no otra cosa es la clave de la vida cristiana. No es la iglesia que usted vaya o el pastor que usted tenga, es la revelación de la palabra en su vida.

¿Por qué muchos cristianos no viven en victoria? Porque no leen la Biblia. No tienen revelación de la palabra. Muchos creyentes andan con la Biblia debajo del brazo. Mugrienta, gastada, mal cuidada y descangallada, pero nunca tienen victoria. Porque la usan como amuleto.

¿Cuántos han oído hablar de la quiromancia? ¿Sabe lo que es la quiromancia? El arte de hablar a través de las líneas de las manos. La cartomancia, que son los que le adivinan tirándole las cartas. Quiromancia, cartomancia y, entre los cristianos, Bibliomancia.

¿Usted sabía que hay muchos creyentes que practican brujería? Hay creyentes que van a orar por un endemoniado y se van con la Biblia. Pero no para leérsela al endemoniado, sino como un escudo material, como si fuera una pata de conejo, un amuleto, que asegura la victoria sobre los demonios. Muy similar a algunos símbolos que se deben usar para lo que algún sector denomina como “exorcismo”. Algunos han hecho un ídolo tan grande de la Biblia como libro en sí, que hasta la guardan en vitrinas con almohadones rojos.

¿Usted se cree que Satanás le puede tener miedo a un pedazo de cartón, papel y tinta impresa? ¡Cuidado! ¡Que no se arruine la Biblia! ¡¡¡Compre otra!!! Satanás no es impactado por la Biblia que está escrita en un papel. Satanás es impactado por la palabra que está escrita en su corazón.

Algunos cuidan mucho sus Biblias. ¡Ay pastor! ¡Hace cuatro años que la tengo y mire que linda que está, parece nueva! Eso quiere decir que no la usa mucho, hermana. Hay otros que cuando vienen al templo y abren la Biblia, a veces se pierden el mensaje porque tienen que andar despegando un montón de páginas.

Bibliomancia. Usan la Biblia como amuleto. A esto, lo ha predicado mucha gente y otros tanto lo han confirmado. Parece que es un espíritu. Hay otros hermanos que, en sus casas, abren la Biblia en un lugar determinado y la mantienen así, abierta, siempre. Se ven cada cosa por allí que no tenemos idea de que puedan existir dentro del mundo que llamamos cristiano. Pero existe. ¡Ah! ¡Yo siempre tengo mi Biblia abierta! Hermano: si lo ha estado haciendo a eso, no lo haga más. Si usted no va a abrir su Biblia para leerla y estudiarla, no la abra. Eso es brujería. Eso es hechicería. Disfrazada de Biblia. La realidad auténtica es que más de la mitad de los creyentes que no tienen victoria, es porque además de estar haciendo algunas de estas cosas, en el fondo, jamás llegan a leerla.

¿Cuánta gente no actúa con autoridad porque tiene miedo? Aunque tengan el cargo o la posición que usted quiera, no tienen autoridad. ¿Sabe por qué? Porque nadie tiene autoridad sin revelación. La autoridad de Dios se la da la revelación de saber lo que está haciendo.

La revelación le libera. Mire a Juan, cuando tuvo la revelación de Cristo. La palabra Apocalipsis, significa “Correr el telón”. Era un término que se usaba en el teatro griego. Y la palabra Apocalipsis viene de una palabra griega, precisamente, que se escribe APOKALUPTO, y esto significa la acción que hacía la gente en el teatro para correr la cortina. Y cuando nosotros hablamos de la revelación de la palabra de Dios, lo que estamos hablando es que Dios le corrió el telón a Juan y él pudo sacarse de su mente todas las ideas equivocadas que tenía respecto a Cristo y tuvo una nueva revelación. No se olvide que Juan había sido apóstol, y sin embargo no había tenido una revelación sobre el Hijo de Dios.

(Efesios 1: 17)= Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.

¿Para qué Dios le dé qué, dice? Revelación. Abra su mente. Recíbala. ¿Cuántos quieren tener victoria real en sus vidas? Bueno, esa victoria no va a depender de la oración que cualquiera de nosotros haga por usted. La victoria viene cuando Dios le da una revelación. Por eso es que el Padre, para salvar al hombre, reveló su palabra al mundo, en la persona de Jesucristo. Siempre que Dios va a dar victoria, primero da revelación.

 (Romanos 8: 16)= El espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.



Promesas en el Servicio Antes De

 

 

 

 

Debido a la alta demanda de obreros en la viña del Señor, sin darnos cuenta hemos estado cayendo en el error de aceptar y reconocer a todo tipo de personas que manifiestan de una u otra manera deseos de servir en las cosas espirituales, ¡sin medir en qué disposición de obediencia están!, ¡después nos damos cuenta cuán difícil es monitorear a esas personas!

 

Cuando el Señor Jesucristo resucitó de entre los muertos, fue puesto en posición de autoridad sobre la Iglesia, y El mismo constituyó a los que luego seguirían la labor que por su ausencia física requeriría la Iglesia (Efesios 4:11).  El Señor Jesús dio estas funciones de servicio superior.  Excepto El, nadie más puede poner a alguien en esas posiciones de autoridad sobre el Cuerpo.

 

En el momento en que alguien dentro de la Congregación de los Santos asume una posición de  autoridad sin el nombramiento de Dios, el Espíritu Santo, se está exaltando a sí mismo.  Esto incluye a aquellos que han sido llamados, pero que aún deben ser nombrados por las autoridades.  Son personas que al ser auto-comisionadas, al final de cuentas servirán a ellas mismas, ya que la gracia de Dios no está con ellos plenamente para esa posición tomada “antes de tiempo”.

 

La vida del Señor Jesús estableció un patrón espiritual a actualidad.  Hebreos 5:1-5, narra que aún el Señor no asumió su posición sino que fue nombrado por el Padre.  Lo mismo se dice de Pablo.  Aunque fue escogido desde el vientre de su madre para el ministerio, no fue puesto en el oficio hasta el momento en que fue reconocido en su servicio interno en la Iglesia, desde donde fue escalando posiciones.

 

Durante su primer año en Antioquia, Pablo no ocupó ninguno de los cinco oficios instituidos por Cristo, aunque era un evangelizante (NO Evangelista).  En cambio, sirvió en el ministerio de ayuda apoyando a los líderes que ya estaban en posición.  Una vez que Pablo pasa la prueba de fidelidad en el ministerio de ayuda, e iba predicando a diestra y a siniestra, fue promovido al oficio del Maestro (Hechos 13:1).

 

Pablo no solo fue probado en el campo de la ayuda sino también en el oficio de la enseñanza.  Cuando fue promovido de Maestro a Apóstol, vemos nuevamente  como el Espíritu Santo escoge y separa a aquellos que desea poner en ciertas posiciones. Fíjese que Saulo, más tarde llamado Pablo, fue contado entre los maestros de Antioquia (verso 1b). Fíjese que el Espíritu Santo dice “apartadme”, el tiempo había llegado. Durante años, Pablo fue consciente de que había un llamado apostólico en su vida. Le fue revelado tres días después de su encuentro con Jesús (Hechos 9:15). Ahora vemos al Espíritu Santo apartando al que Jesús había llamado varios años antes. Pablo había servido fielmente, sin promoverse a sí mismo.  Con sobrada razón, más tarde puede amonestar: “AHORA BIEN, SE REQUIERE DE LOS ADMINISTRADORES QUE CADA UNO SEA HALLADO FIEL1 Corintios 4 10.  Pablo pasó por el proceso obligatorio establecido por el Señor.  Primero usó a los líderes Eclesiásticos ya establecidos en la Iglesia donde Pablo servía fielmente.  Esos Apóstoles, Profetas y Ancianos habían sido nombrados de la misma manera en el pasado.

 

Pablo y Bernabé fueron promovidos por el Espíritu Santo a través DEL LIDERAZGO YA ESTABLECIDO, Jesús fue quien lo hizo, apartó a Pablo y a Bernabé a través del Liderazgo ya establecido localmente. Note que Jesús no llamó al grupo de oración intercesora de Antioquia, ni envió a Pablo y Bernabé a una Conferencia Profética en otra ciudad, o del otro lado de la ciudad, a otra Iglesia a la cual Pablo no estaba sometido. El Señor usó la autoridad que El ya había establecido en la Iglesia de Antioquía.

 

El liderazgo local debe monitorear la fidelidad de aquellos que sirven de corazón en la Iglesia que los alimenta, los cuida, los reconoce.  Cuando Dios habla a sus corazones para nombrar a alguien, ellos tienen la confianza de que es el nombramiento del Señor quien promueve a quienes sirven, no al ojo (para que lo vean).  Este es el método del Señor para colocar individuos en la posición de liderazgo efectivo, porque han pasado la prueba del sometimiento en el servicio a los demás ¡Esos son los promovidos por el Espíritu Santo!

 

 

 

La Comunión con El Espíritu Santo

 

Si usted quiere ver la gloria de Dios en su vida, necesita una disciplinada vida en comunión con el Espíritu Santo.

 

Hay tres recomendaciones para tal efecto:

 

  1. Una vida de oración.
  2. Espere en la presencia de Dios
  3. Mantenga el fuego encendido.

 

1.  La vida de oración:

Los siervos de Dios que más han impactado el mundo, han sido sin excepción hombres   de oración.

 

Fueron constantes y profundos y no se contentaban con unos minutos de oración.  Nada en su vida fue rutinario.  Fueron hombres disciplinados y hacían que la gloria de Dios bajara.

 

Muchos de nosotros hacemos muchas cosas para Dios: trabajamos, leemos un buen libro, predicamos, enseñamos, etc., pero cuando se trata de  orar, arrugamos la cara, nos da sueño, volvemos a ver para otro lado y no podemos profundizar en la oración, o sea, se nos viene el viejo hombre.

 

Debemos de empezar disciplinadamente todos los días a orar, hay tantas cosas porqué orar.

 

Nuestra búsqueda espiritual, nuestra comunión con el Espíritu Santo, tiene que ser de rodillas.

 

Debemos de invertir tiempo en la oración.  Hebreos 11:6 – Debemos de creer que Dios es galardonador de los que le buscan, o sea, Dios dice en Su Palabra y asegura que todo aquel que lo busca con sinceridad, basado en su fe en El, será recompensado.

 

El encontrarnos con Dios a solas, nunca tendrá que ser con métodos pero si se necesita de una buena dosis de disposición.

 

La alabanza, la adoración, la lectura de Su Palabra, hace que el tiempo sea corto y abre las puertas al Espíritu Santo, también el altar en la Iglesia nos invita a pasar cuando hay tiempos de oración.  Allí en comunión con nuestros hermanos, podemos oír la voz del gran Rey.

 

Al pasar un tiempo largo con el Señor, experimentará la paz, el gozo y la fortaleza del Espíritu Santo.

 

Filipenses 4:6-7 dice que si usted no quiere estar afanoso en el día, ore más.  En el momento que usted empiece a preocuparse, deténgase, haga un alto y ore, y el Espíritu Santo vendrá a usted.  La paz de Dios es saber que El controla todo, porque nuestra ciudadanía en el Reino de los Cielos está asegurada y sus problemas han dejado de ocupar un lugar importante en tu vida.  ¡Aleluya!.

 

2.  Espere en la presencia de Dios:

      Hechos 1:4.  El saber esperar en Dios en Su presencia es de suma importancia.  Cuando Jesús después de Su muerte se les presentó a sus discípulos y les dijo que no se fueran de Jerusalén y que ahí tenían que esperar la promesa del Padre.  Al esperar la promesa fueron investidos de un poder sobrenatural dado por el Espíritu Santo en el día de Pentecostés. 

 

            Ellos supieron esperar.  Ver también Lucas 24:49.

      Moisés tuvo también que esperar (Éxodo 24:12).  La espera tiene grandes beneficios, porque te hace saber que Dios tiene la prioridad y que tus apuros a nada te llevarán, nunca podemos condicionar a Dios porque el merece todo nuestro respeto.

 

            Como dice el Salmo 40:1 “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mi y oyó mi clamor”.  Si usted sigue leyendo el texto, David supo que esperar no era fácil, sin embargo, el recibió beneficios porque Dios lo sacó de la desesperación.

 

            La espera también permite que Dios obre en nosotros y que nuestra voluntad sede a la suya (que se haga Su voluntad).

 

            La búsqueda de Dios no se debe nunca a basarse en emociones sino en una voluntad diaria y constante.

 

            Recuerda que la oración de espera será siempre sobre nuestras rodillas.

 

3.  Mantenga el fuego encendido:

     Levítico 6:12-13 – El pueblo de Israel junto con sus sacerdotes presentaban en la mañana y en la caída de la tarde, el holocausto, para mantener el fuego santo sobre el altar.  Esto representaba la presencia eterna del Señor en el sistema de sacrificios.  Pero el fuego del Espíritu Santo está hoy presente en cada creyente cuando lo buscan de corazón en adoración.  El enciende el fuego cuando el Espíritu Santo entró a vivir en nosotros y lo cuida al fin de que podamos crecer en gracia al andar con El.

 

            La Biblia nos dice “no apaguéis al Espíritu” (I Tesalonicenses 5:19), o sea, no podemos apagar los dones que Dios nos dio porque si no el fuego se apaga.

 

 

 

 

            Mantengamos el fuego encendido en nuestra vida.  Romanos 12:11 dice “fervientes en el espíritu”.  El fuego de Dios quiere estar encendido y ardiendo siempre en tu vida.  Mantenga la llama encendida cada día.




 

 



 

 



 

 

 

 

 

 

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