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La universidad de Dios. En lo personal detesto las matemáticas y todas las otras materias que tengan que ver con los números, y cuando estaba estudiando era una de las materias que siempre tuve problemas. Siempre me he preguntado (y muchos de nosotros), que quien invento las matemáticas. Pero aunque en mi interior detestaba la materia, sabia que si mi promedio en ella no era bueno podría repetir todo el año por solo una materia. Así es en todas las escuelas y universidades, no te pueden entregar el certificado para que pases al siguiente nivel, mientras no pases todas las materias eficientemente. Hay quienes han pasado hasta cinco años tratando de rendir el mismo examen para poder pasar al siguiente nivel. El estilo de Dios. La universidad de Dios es muy similar a cualquiera que opere en la tierra, y todos los que aspiramos al servicio del Señor alguna vez tenemos que pasar por allí para poder rendir nuestros exámenes y poder acceder al siguiente nivel en el ministerio. Podría ser un día cualquiera, todo parece estar en el cauce de lo normal, aunque algo inusual parece rondar en el aire y te das cuenta que hay algo fuera de lo común. Entonces, sin avisar, sin pedir permiso, nuestro espíritu se turba al darnos cuenta que ese día Dios ha decidido darnos una beca para Su universidad y no pasaremos al siguiente nivel mientras no rindamos todas las asignaturas correctamente. Unos tardaran años en graduarse, otros meses y otros solamente dirán: “Creo que estoy bien así como estoy, no me interesa pasar al siguiente nivel”, y de esa forma desaprovechan la beca que Dios les ha dado para Su universidad. Materias de la universidad. (1 Reyes 19:3-13) Isaías fue uno de los hombres que al igual que a cualquiera de nosotros, tuvo que pasar la universidad de Dios. Sin sospecharlo, sin siquiera pedirlo, pero un día despertó y se dio cuenta que no era un día mas, había entrado a la universidad de Dios. Y tuvo que cursar tres materias que la mayoría de nosotros suele cursar en esta universidad. 1. principios básicos del viento arrasador. Uno de los peligros más grandes es confiar en quien no sabes si mañana va a estar allí para ayudarte. Este fue la primera materia que el profeta tuvo que cursar, fue aquí donde tuvo que aprender que Dios utiliza el viento de de los problemas para llevarse todo aquello que esta apartándote de su perfecta voluntad. Muchas veces hemos depositado nuestra confianza en nuestros conocimientos y capacidades, contactos o amigos de ministerios reconocidos y en ese momento de prueba un viento recio empieza a soplar y derriba todo en lo que habías confiado, depositamos nuestra confianza en nuestras fortalezas creyendo que somos inmunes al fracaso y de pronto todo a nuestro alrededor se derrumba como si nuestra torre fortificada fuera frente al viento, nada mas que un castillo de naipes. 2. fundamentos del terremoto inoportuno. Uno de los peligros del éxito, es olvidar edificar tu ministerio sobre una base sólida y firme. Esta es una de las materias mas dolorosas para algunos ministros y lideres, ya que cuando llega el tiempo de cursarla, todo en lo que habías confiado es estremecido y reacomodado en su lugar. Todos los logros y metas alcanzadas, todos los proyectos realizados, todo aquello de lo cual te enorgulleces y te sirve de plataforma para mirar por sobre de los demás es estremecido y reacomodado, y así como un terremoto mas, muchas fortalezas y proyectos que una vez fueron grandes son enviados al piso demostrando que Dios es quien predomina por sobre todo y nos damos cuenta que teníamos como base de nuestros ministerios a la mas débil de todas: nuestros logros y metas, y nos olvidamos de edificar sobre la roca que es Cristo. 3. curso practico del fuego consumidor. Cuando todo parece estar mal, y cuando crees que nada mas puede salir mal, llega esta materia en donde nos damos cuenta que aun Dios tiene que purificar y quemar todo aquello que nos esta haciendo quitar la vista de Él. Parece que ya no podemos soportar más, pero en el momento menos esperado sale fuego de delante de Dios para quemar todo aquello que no puede estar en nosotros y que no es aceptado por Dios. Y como cualquier sacrificio es consumido en fuego y presentado a Dios como un sacrificio de olor fragante. Es aquí que nos damos cuenta de que aun hay cosas que tenemos que entregar y situaciones que aun tenemos que dejar que Dios las queme. 4. tesis del silbo apacible. Cuando tus fuerzas se agotan y tu capacidad llega al límite entonces llega la última materia. Esa materia donde todo parece estar bajo control y tu puedes mirar hacia arriba, respirar profundo y descansar pues todo ya a pasado y lo único que tienes que hacer es cubrir tu rostro y salir a disfrutar de una nueva presencia, un nuevo nivel de unción y un nuevo poder y entendimiento de la palabra. Pastor Joel González
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