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HACIÉNDONOS VIOLENTOS ESPIRITUALMENTE Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Mt. 11:12 Un cristiano nunca ganará las batallas que está enfrentando mientras trate con ellas superficialmente. Quizás usted esté pasando por problemas y circunstancias que el enemigo está usando para atacarle y derrotarle y siente que Dios tiene que hacer algo pronto. Lo que tiene que hacer es: Ser violento espiritualmente... salir al campo de batalla... lidiar la batalla ¡y APROPIARSE de las victorias que le pertenecen!. El objetivo de Satanás es obtener el control de sus pensamientos a través de pensamientos obsesivos. Si Satanás logra romper su nivel de “Resistencia Espiritual” logrará deprimirle. En esta situación débil de depresión, usted es vulnerable a los espíritus opresores. Estos espíritus de opresión atormentan y afligen la mente y el cuerpo con intención de cansar la resistencia espiritual del hombre al punto que acepte en su mente los pensamientos que estos espíritus malignos tratan de plantar en su mente, les abre “Porque cual es su pensamiento en su corazón tal es él” (Proverbios 23:7). De nuestro corazón y mente emanan todos los deseos de la vida. Es ahí donde todas nuestras habilidades morales y mentales y nuestros pensamientos se originaran: donde recibimos En lugar de que su corazón y mente se ocupen y llenen con el amor de Dios, Satanás quiere que estén llenos del amor a sí mismo, de deseos egoístas, y ambición por las cosas del mundo. Lo principal que Dios requiere de nosotros es lo que Satanás trata de controlar. En lugar de que nuestra mente sea llena con la plenitud de Dios y todo Su poder, Satanás quiere que nuestra mente este: OBSESIONADA por un espíritu de temor, de concupiscencia de codicia, de preocupación, de esta vida, por el dinero, por la familia, o profesión. El plan de Dios es que Ud. sea fortalecido con su poder. El propósito de Dios para su vida es que su SER INTERIOR sea saturado con “su poder y que sea lleno de su plenitud. con gracia, conocimiento, poder, dones y habilidades divinas necesarias para tener victoria sobre todo ataque del enemigo, resistir toda tentación, persecución y aflicción y cumplir la voluntad de Dios. Pablo ora para que los creyentes sean fortalecidos en el hombre interior. Pablo no oró por fortaleza física o intelectual, sino para que los creyentes fueran INFUNDIDOS divinamente con poder en el hombre interior... en el centro de su ser de donde manan todos los deseos de la vida. El propósito de Dios en su vida hay es que sea “fortalecido con Su poder en el hombre interior por su Espíritu”. La palabra “poder” en este versículo es traducida de la palabra griega “dunamis”... ¡el poder milagroso de Dios!. Dios nunca quiso que usted esté débil y anímico espiritualmente. Él desea que su ser interior sea LLENO y fortalecido continuamente con Su poder “dunamis”.
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