Decretos

Los decretos son ordenados por el que está en autoridad.   Jesús tiene toda autoridad en los cielos y en la tierra y mandó que todas las naciones fueran discipuladas para Él.

El decreto es cumplido por aquellos ejércitos encargados de realizar las órdenes de Dios y de sus hijos.

En nuestra ciudad se ha dado un orden, un imperio, un reino que no se somete a Dios.  Un orden religioso, un trono de violencia, iniquidad y pecado; que lleva a esta ciudad a la ruina en todo nivel.  

Hoy, nosotros, tomamos la posición que Jesucristo nos dio y en su nombre, asumimos el control de la ciudad.   Hoy, al recorrer toda la ciudad, reclamamos este derecho. Quitamos al diablo del control, sus huestes son tomadas cautivas; se suspenden todas sus operaciones, sus órdenes, invalidamos sus decretos y establecemos los decretos de Dios en Su Palabra.

En cada lugar que pise las plantas de nuestros pies, declaramos la victoria y la soberanía de nuestro Rey.  Ordenamos, sean cerrados, clausurados y arruinados, todo lugar de culto ajeno al Dios Verdadero y a Su Palabra.   Sean arruinados y echados fuera: religiosos, brujos evocadores de muertos.  Sean cerrados centros de perdición y de  inmoralidad.  Sean esparcidas sin cabeza y sin cola, las pandillas juveniles.  Sean rescatadas todas las almas que  han servido al sistema del diablo.   Sean limpiados y purificados por la sangre de Jesucristo y por el poder de esta palabra, todos lo lugares y colonias donde se hayan cometido asesinatos, violaciones, y abusos.

Haya misericordia y juicio, para que en toda esta tierra, estemos y vivamos bajo el temor de Jehová y no bajo el temor del enemigo.

 

Daniel 4.17: “La sentencia fue por decreto de los vigilantes, y la decisión por la palabra de los santos, para que los vivientes reconozcan que el Altísimo es Señor del reino de los hombres, que lo da a quien quiere y que constituye sobre él al más humilde de los hombres.”


12 DECRETOS DE GOBIERNO

1.      La Unidad de la Iglesia.

Hoy, cancelamos toda división en el Pueblo de Dios.  Declaramos que somos Uno y conformamos el cuerpo de Cristo en esta Tierra.

2.      Declaramos que esta Tierra le pertenece al Señor.  Porque de Dios es la  

     tierra, el mundo y los que en él habitan (Salmo 24.1-2: “1De Jehová es  

     la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2Porque él la  

     fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos..”)

3.      Jesucristo vino en Carne, Murió y Resucitó, y está sentado a la Diestra del Padre y tiene el Nombre sobre todo nombre, y declaramos que toda rodilla se doble y toda lengua confiese que Jesucristo es el SEÑOR (Filipenses 2.5-11: “5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”)

4.      Declaramos que el diablo está vencido, su dominio terminó y el Reino ha sido dado a los santos.  Jesús clavó toda acusación, todo derecho que tenia, anulándolo en la cruz del Calvario y ha sido expuesto a pública vergüenza, en el desfile triunfal de Cristo que hemos celebrado hoy.

5.      Hoy, declaramos libertad a los cautivos, ordenamos que toda alma aprisionada, salga libre y se entregue completamente a Jesucristo. Porque Él ha dicho MÍAS SON TODAS LAS ALMAS.   (Ezequiel 18.4: “4He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.”)       

6.      Constituidos hoy, aquí, las Autoridades Espirituales de Todo El Salvador: Tomamos todo el Poder, el Dominio y El Gobierno.  Establecemos el Trono de Jehová, como está escrito.  Y Él a su vez, nos establece en tronos para reinar sobre la Tierra.

7.      Borramos los nombres de los ídolos de este lugar. (Jeremías 10.11: “11Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos.” Isaías 2.18: “18Y quitará totalmente los ídolos.” Zacarías 13.2: “2En aquel día, sucederá que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más vendrán a la memoria; dice Jehová de los Ejércitos. y eliminaré de esta tierra, tanto a los profetas, como al espíritu de impureza.”)      

8.      Por tanto, Cancelamos la Necesidad de otro Sacrificio en esta Tierra.  Cancelamos la renovación de pactos ancestrales, en festivales, ferias patronales, culto a maximón, a ídolos extranjeros, africanos, griegos, romanos, hindúes, musulmanes, chinos, japoneses, mayas, aztecas e incas, etc.   No hay más derramamiento de sangre, exigido por los demonios, de generación en generación.   La Sangre de Jesús lo expía todo, lo cubre todo, lo cancela todo, lo paga todo.   La sangre desde Abel, la sangre derramada en las guerras precolombinas, coloniales, del conflicto armado, la sangre que clama justicia y más sangre, toda es expiada por el sacrificio de Jesucristo.

9.      Por tanto, ordenamos hoy, a las huestes, a los ángeles, a los ejércitos de Jehová, atender y ejecutar inmediatamente estos decretos, para que en esta tierra haya Temor de Jehová.

10. Por tanto, establecemos hoy, el juicio y la justicia en esta tierra cómo está escrito en Amós 5.24: “24Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.”   Soltamos hoy, los Juicios de Jehová y Declaramos Su Reino y Su Justicia.

11. Quitamos hoy, toda misericordia mal entendida, le quitamos la misericordia al impío, al corrupto, al inicuo, al asesino, al violador, al adúltero, al hechicero.   Sólo podrá salvarse el que se arrepienta.    Establecemos gobierno, Vara de Hierro, y Cetro de Justicia; como está escrito en Santiago 2.13: “13Porque habrá juicio sin misericordia contra aquel que no hace misericordia.  ¡La misericordia se gloría triunfante sobre el juicio!” y Ezequiel 9.5: “5Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.”

12.Ordenamos hoy, que los lugares de gobierno Natural, el Ejecutivo, el Legislativo, Militar, Económico y Judicial, son limpiados, purgados, y Cedidos a los Hijos de Dios.   Declaramos que en El Salvador inicia una Nueva vida y nueva historia.  Hoy declaramos, que Jehová Protege y guarda la Ciudad, al huérfano y al débil                         

  Isaías 1.24-26: “24Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: ¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, y me vengaré de mis enemigos; 25y volveré mi mano contra ti, te limpiaré de  tus escorias como con lejía, y quitaré toda tu impureza. 26Luego restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como al comienzo.  Y después serás llamada Ciudad de justicia, Urbe fiel.” Isaías 60.18: “Nunca más se oirá de violencia en tu tierra, de de destrucción y ruina en tus territorios.  Más bien, a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.” Zacarías 2.5: “Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de

    ella.”

LO DECLARAMOS, LO ORDENAMOS, SELLAMOS Y FIRMAMOS.

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