Como vivir con excelencia en un mundo mediocre

 Una de las verdades bíblicas más simples y mas profundas es que Dios creó al hombre a su imagen, conforme a su semejanza. Esta verdad que está declarada en el principio de la revelación de Dios hace de la fe cristiana un fundamento distinto a todas las filosofías humanistas y de allí se desprenden conductas distintas a favor del hombre. De hecho que no es lo mismo creer del hombre como un mono que tuvo éxito, a creer en el hombre como criatura de Dios, a imagen y semejanza de su creador.

      La Biblia también enseña que esa imagen ha sido distorsionada por causa del pecado, llevando al hombre a estados de vida inferiores, desmejorados, deshumanizados. Esa semejanza a Dios también ha sido ignorada por los mismos hombres y así nos hemos matados unos a otros, explotados, humillados y mirado con desprecio por el sólo hecho de tener diferente color de piel, haber nacido detrás de una frontera o por idioma o cultura.
      Lo más grave es que esa imagen y semejanza a Dios, también ha sido ignorada por nosotros mismos al sentirnos menos que otros, al asumir una mentalidad o sicología inferior, llenos de temores y complejos.

      Dios te ha hecho un ser digno y a pesar de todo ese deterioro que has sufrido, en Cristo te ha vuelto a dignificar. Él te formó a Su Imagen y a Su semejanza. ¡Quién eres tú para menospreciarte, para no valorarte!       Aunque el pecado ha deteriorado esa imagen, aunque los hombres nos hayan lastimado y menospreciado, Dios nuevamente nos ha dignificado al morir por nosotros en la cruz y demostrar que nuestra vida vale la pena.
      Tu vida vale el sacrificio de Dios, tu vida fue valorizada en la misma creación y revalorizada en la obra redentora de Cristo.
      Él te ha comprado al precio de su sangre. Él no compra algo que no sirve, ha creído que sí sirves, que sí tienes valor, a Él le interesas.
      El plan de Dios nunca ha sido que llevemos una vida mediocre. Hemos sido diseñados para vivir una vida de excelencia.

      No eres uno mas entre 6.000 millones, eres un ser único entre esos 6.000 millones de personas. No hay nadie como vos, Dios te ha hecho como un ser único.
      Debemos salir del carril lento y mediocre para entrar en un carril de avanzada. No te dejes estar en medio de tanta mediocridad. Este es un tiempo para mostrar excelencia de vida, los tiempos de crisis son oportunidades para hacer algo nuevo en tu vida.

Si piensa que no puede ............ Nunca lo hará.
Si piensa que no lo logrará ........ Nunca empezará.
Si piensas que puedes ............. Hay gran posibilidad de que lo logres.

¿Tienes una meta que alcanzar?
¿Tienes un proyecto que realizar?
¿Tienes un plan que ejecutar?
¿Tienes una oportunidad que aprovechar?
¿Tienes un sueño para alcanzar?

      Sueña los sueños de Dios y comienza a dar pasos para alcanzarlo. No te conformes al sistema de este mundo.

      Lee Rom. 12:2

 El libro de Crónicas relata en los primeros 9 capítulos una lista interminable de casi 6000 nombres, genealogías. En medio de esta maraña de personas hay una que las escrituras destaca y se dice de él fue mas ilustre que sus hermanos.

      En medio de tanta mediocridad, en medio de tanta población la Biblia resalta uno que se destaca, que se atreve a ser distinto, que manifiesta una aspiración superior, que se decide a no quedar oculto sino a vivir en excelencia. JABES es su nombre, él decidió vivir por encima de lo ordinario, por encima del común de la gente de su época.

1.- Tuvo un gran deseo de crecer. 1 Crónicas 4:9-10

      Para no ser cualquiera es necesario tener deseos, aspiraciones o ambiciones. Muchos de sus parientes y amigos se conformaban con ser iguales a los de su época, iguales a los de su aldea, personas comunes y corrientes que no se destacaban sino se asimilaban a los demás.

      JABES deseaba ser diferente, deseaba salir de lo ordinario y común. Quería algo grande, quería crecer: si ensancharas mi territorio. El principio de crecer es soñar, desear. En cuanto dejamos de soñar o desear comenzamos a morir.
      Si dejamos de tener metas, dejamos de avanzar. Debe haber algo que nos motive, algo que nos impulse a seguir. El deseo de Dios es que crezcamos, que desarrollemos todo nuestro potencial. "Amado, deseo que prosperes en todo, así como prospera tu alma".
      Dios no quiere que caminemos en la vida sin saber hacia dónde vamos, sin rumbo. Vivir así no es vivir en la voluntad de Dios. Cuando Cristo vino a la tierra sabía a que venía, para qué vivió y para qué murió. No anduvo deambulando, Él caminaba con rumbo.

2.- Puso toda su confianza en Dios. "E invocó JABES al Dios de Israel..."

      No se trata de tener un pensamiento positivo, de ser optimistas. Se trata de buscar a Dios y confiar en Él de todo corazón. JABES tenía no solo deseos de crecer, ambición de ser más que lo ordinario, JABES tenía una plena confianza en Dios. Tuvo fe para orar y fe para esperar una respuesta. Una cosa es CREER EN DIOS Y OTRA CREER A DIOS.

      Tenemos que aprender a decir: Si Él lo dijo, Él lo hará. Ha sido una realidad a través de la historia que el Señor ha utilizado gente común que le sirva, personas que han creído ciegamente en las promesas del Señor, han sido personas que se han lanzado a creer y confiar en la Palabra que Dios ha empeñado.
      Dicen las escrituras que "JABES fue mas ilustre que sus hermanos". Pero no fue su ilustración, su educación sino su fe la que llevó a creer que Dios le ayudaría. Hay algo más que el talento, que las habilidades, que las relaciones, hay algo más valioso que la misma educación ... es la Fe, la confianza en Dios, la que puede hacer la diferencia, lo que puede hacer cambiar nuestra realidad, lo que puede hacernos excelentes en medio de un mundo mediocre.

      José, Daniel, Moisés fueron personas ilustres, no por sus dones naturales sino por la fe y la confianza que depositaron en Dios. Sus vidas fueron prósperas, llegaron a ser personas de influencia en el medio donde vivieron. Dios hace la diferencia en la vida de las personas.